Introducción — Qué es la bolsa, por qué sube y por qué baja. Conceptos básicos.
Modulo 0 | Curso de Bolsa Quality Value.
Temario completo:
Introducción — Qué es la bolsa, por qué sube y por qué baja. Conceptos básicos.
Modulo 1 — Filosofía Quality Value: aprende como invierten los mejores.
Modulo 2 — Dónde y cómo invertir: mapa de activos y vehículos.
Modulo 3 — Detectar la calidad de un negocio.
Modulo 4 — Entender el negocio sin ser contable.
Modulo 5 — Cómo leer mis tesis Quality Value (guía para el lector).
Modulo 6 — Gestión de carteras Quality Value.
🧭 Guía rápida de estudio y ejecución por módulos.
He preparado una guía sencilla para hacerte mucho más fácil el estudiar de todos los módulos del curso.No es teoría extra: son pasos claros, plantillas y checklists para que pases de leer a aplicar
La idea es que aprendas siempre igual: misma estructura, menos ruido, más foco.
Úsala para organizar tu tiempo, fijar conceptos con ejemplos propios y tomar mejores decisiones de inversión.
⚡ Experiencia de navegación muy sencilla:
En la barra lateral izquierda verás el índice para ir rápido al punto que quieras estudiar en cada momento.
Índice del Modulo 0:
Introducción — Qué es la bolsa, por qué sube y por qué baja. Conceptos básicos
Temas incluidos:
Qué es la bolsa (sin jerga)
Quién participa y cómo se fija el precio
Por qué suben y bajan las acciones (tres horizontes)
El papel de los tipos de interés
Valor vs. precio: por qué a veces no coinciden
Por qué un índice sube aunque algunas acciones caigan
Por qué a veces cae “todo a la vez”
Qué hacer un día que todo cae (o sube)
Mitos frecuentes, despejados
Cómo encarar el curso
⏱️ Tiempo estimado de estudio
1) Lectura rápida (sin parar ni tomar notas): 10–15 min
2) Lectura con comprensión (repasando): 35–60 min
3) Estudio activo (notas, mini-ejercicios, checklist y plan de acción): 1,5–2,5 hr.
Introducción — Qué es la bolsa, por qué sube y por qué baja. Conceptos básicos.
1) Qué es la bolsa (sin jerga)
La bolsa es un mercado donde se compran y venden partes de empresas: acciones.
Si compras una acción, eres copropietario: te corresponde una parte de los beneficios y de los activos.
El precio en pantalla es solo la última transacción entre alguien que aceptó vender y alguien que aceptó comprar.
No es “el valor verdadero”, es el acuerdo más reciente.
Vocabulario útil
Acción: trocito de una empresa.
Bolsa: el mercado organizado (Bolsa de Madrid, NYSE…).
Plaza: el ecosistema local (horarios, divisa, reglas, impuestos).
Índice: una cesta que mide un conjunto (Ibex 35, MSCI World). No es un lugar.
Horquilla (spread): diferencia entre mejor compra (bid) y mejor venta (ask).
Orden limitada: das un precio concreto; prioriza control.
Orden a mercado: ejecuta ya al mejor precio disponible; prioriza rapidez.
Hechos que confunden al inicio
El precio puede moverse sin “noticias”: a veces basta con que falten vendedores o entren compras grandes.
Una acción puede subir y ser mala o bajar y ser buena; precio ≠ valor.
2) Quién participa y cómo se fija el precio
Quién está en el mercado
En la bolsa participan muchos tipos de inversores: personas como tú, fondos de inversión, grandes bancos, instituciones e incluso, a veces, la propia empresa comprando sus acciones.
Cada uno tiene objetivos distintos: algunos invierten pensando en años, otros operan a corto plazo; unos buscan protegerse del riesgo, otros aprovechar movimientos rápidos. Esa mezcla de intereses hace que el precio se mueva constantemente.
Cómo se fija el precio
El precio es simplemente el punto donde se cruzan las órdenes de compra y venta.
Si hay más prisa por comprar que por vender, el precio sube.
Si hay más prisa por vender, el precio baja.
En resumen: el precio cambia cada segundo según la oferta y la demanda del momento.
Liquidez y profundidad del mercado
Qué significa la profundidad del mercado
No todos los valores se negocian igual. En las empresas grandes hay mucha gente comprando y vendiendo: eso da profundidad, es decir, muchas órdenes y precios cercanos entre sí.
En las empresas pequeñas (las small caps), hay menos participantes: el mercado es estrecho, y una sola orden grande puede mover el precio con fuerza.
Qué mirar para saber si un valor es líquido o no
Volumen medio diario: cuántas acciones se negocian cada día. Cuanto más volumen, más fácil comprar o vender sin mover el precio.
Free float: el número de acciones que realmente están en circulación (sin contar las que guarda el fundador o el Estado). Cuanto más free float, más movimiento.
Horquilla: la diferencia entre el precio más alto que alguien está dispuesto a pagar y el más bajo al que alguien quiere vender. Si esa diferencia es amplia, cada operación te cuesta más.
Consejos prácticos
Usa órdenes limitadas cuando compres o vendas empresas poco líquidas. Así decides el precio exacto al que entras o sales y evitas pagar de más.
Evita operar justo en la apertura o el cierre del mercado, cuando hay más volatilidad y precios dispares.
Fíjate en el volumen y la horquilla, no solo en el último precio. Te da una idea de cuán “vivo” está el valor.
Divide tus órdenes si son grandes para el tamaño del mercado: varias pequeñas suelen salir mejor que una muy grande que mueva el precio en tu contra.
Así entenderás mejor quién mueve el mercado, cómo se forma el precio y por qué unas acciones se comportan de forma tan diferente a otras.
3) Por qué suben y bajan las acciones (tres horizontes)
Corto plazo (días–semanas): manda el ánimo.
En pocos días el precio se mueve más por sensaciones que por lógica: un titular llamativo, un rumor, un tuit, un fondo que compra o vende mucho, o los ajustes automáticos de los índices. Puede subir o bajar “porque sí”, sin que la empresa haya cambiado de verdad.
Medio plazo (meses–2/3 años): manda la ejecución.
Aquí ya pesa lo que la empresa hace: si vende más, si mantiene buenos márgenes, si lo que gana entra en caja y si usa bien el dinero (invirtiendo donde tiene sentido, evitando caprichos). Si cumple lo que promete durante varios trimestres, el mercado suele reconocerlo.
Largo plazo (5–10 años): manda lo que gana por acción.
A muchos años, la bolsa tiende a seguir el progreso real del negocio. Si la empresa crece y reparte valor (ya sea con dividendos o recomprando acciones cuando están baratas), el precio acaba reflejándolo. Sin crecimiento real, la historia se agota.
Cosas que “mueven” el precio (y por qué)
Resultados trimestrales: cuando cuentan cómo les fue, se ajustan las expectativas. Si sorprenden para bien, sube; si decepcionan, baja.
Previsiones: si dicen “el próximo trimestre/año irá mejor o peor”, el precio se adelanta.
Recompras y dividendos: devuelven dinero al accionista. Bien usadas, apoyan el precio.
Ampliaciones de capital: la empresa pide más dinero a los accionistas. A corto suele molestar (hay más “trocitos” de la tarta), pero puede valer la pena si el dinero se usa en algo rentable.
Ofertas de compra (OPA), ventas o separaciones de negocios: pueden desbloquear valor de golpe.
Entradas o salidas en índices: obligan a muchos fondos a comprar o vender a la vez y mueven el precio por puro flujo.
Cambios de recomendación de analistas: influyen, sobre todo en empresas poco conocidas.
Deuda y calificación: si se encarece su financiación o hay dudas para pagar, el mercado se pone nervioso.
Regulación y juicios: pueden cambiar las reglas del juego.
Splits (dividir acciones) y reverse splits (juntarlas): no crean valor por sí mismos; solo cambian el número de acciones y el “precio por trocito”. Lo importante sigue siendo el negocio.
Cómo usarlo en tu día a día
Decide tu horizonte antes de invertir.
Si tu idea es para 3–5 años, no la cambies por un susto de una semana.Prepárate antes de los eventos.
Antes de resultados, piensa: “¿Qué me gustaría ver en ventas, márgenes y caja para aumentar, mantener o reducir?”Sigue el dinero real.
Empresas que convierten sus beneficios en efectivo y lo reinvierten con cabeza suelen ganar con el tiempo.Aprovecha el ruido, no te dejes arrastrar por él.
Si algo cae por un motivo pasajero y la historia de fondo sigue bien, puede ser una oportunidad.Reglas simples que ayudan:
Entrar por partes, vender solo si cambia la tesis (no por miedo), limitar el tamaño en empresas poco líquidas y anotar por escrito por qué compras o vendes.
Preguntas rápidas para no perderte
¿Ha cambiado de verdad el negocio o solo el ánimo del mercado?
¿Lo que la empresa promete para los próximos meses es mejor o peor que antes?
¿El dinero que dice ganar se ve en la caja?
¿El bajón o subidón viene de una noticia real o de compras/ventas forzadas?
Con esto separas el ruido de lo importante y alineas tus decisiones con el plazo que de verdad te paga.
4) El papel de los tipos de interés (la “gravedad” financiera)
Qué son los tipos y por qué importan
Los tipos de interés son el precio del dinero. Cuando pides un préstamo (empresa o persona), ese “precio” determina lo caro o barato que es financiarse. Y como el valor de una empresa depende mucho de lo que ganará en el futuro, los tipos actúan como una especie de gravedad: cuando suben, tiran de los precios hacia abajo; cuando bajan, los alivian.
Cuando los tipos BAJAN
Financiarse es más barato: más proyectos salen rentables.
El futuro “pesa” más hoy: las ganancias de mañana valen más a ojos del mercado.
Efecto típico: ayuda a las bolsas (viento de cola).
Cuando los tipos SUBEN
Financiarse es más caro: algunos proyectos dejan de cuadrar.
El futuro “pesa” menos hoy: las ganancias de mañana valen menos.
Los bonos lucen mejor: ofrecen intereses más altos y compiten con la bolsa.
Efecto típico: frena a las bolsas (viento en contra).
Piénsalo como tu hipoteca: si el interés baja, pagar es más llevadero; si sube, todo se hace cuesta arriba. A las empresas les pasa igual.
Además de los tipos: la “prima de riesgo”
No es solo el nivel de los tipos; también cuenta cuánta incertidumbre percibe el mercado.
Si hay más dudas (geopolítica, recesión, escándalos, bancos frágiles…), los inversores piden más “colchón” para invertir en acciones.
Ese colchón se traduce en pagar múltiplos más bajos (o, dicho simple, exigir precios más baratos).
Con menos dudas, ese colchón baja y el mercado acepta pagar más por los mismos beneficios.
Cómo usar esto en tu día a día
Conecta tu tesis con el entorno: si tu idea depende mucho de dinero barato (crecimiento agresivo, mucha inversión), sufre más con tipos al alza.
Mira deuda y calendario: empresas con mucha deuda o vencimientos cercanos notan antes el subidón de tipos.
Compara opciones: con tipos altos, los bonos dan más atractivo; con tipos bajos, la renta variable suele brillar más.
Evita reflejos extremos: ni todo sube por bajar tipos ni todo cae por subirlos; manda la combinación de tipos + incertidumbre + ejecución del negocio.
En resumen: tipos bajos tienden a empujar a favor de la bolsa; tipos altos ponen resistencia. Y la incertidumbre define cuánta “rebaja” exige el mercado para atreverse.
5) Valor vs. precio: por qué a veces no coinciden
Valor
Es lo que crees que vale una empresa mirando su negocio a varios años: cuánto puede ganar, cuánta caja genera y con qué estabilidad.
Precio
Es lo que se paga hoy en el mercado. Cambia cada segundo según compras y ventas del momento.
La clave
El precio puede alejarse del valor. Con miedo, buenos negocios pueden cotizar baratos. Con euforia, negocios normales pueden estar caros.
Por qué se separan valor y precio
Emoción y ruido: titulares, modas, sustos.
Miopía de corto plazo: se exagera un trimestre malo o bueno.
Forzados a comprar/vender: fondos que rebalancean, entradas/salidas de índices.
Poca información o poca liquidez: en empresas pequeñas, pocos movimientos cambian mucho el precio.
Cómo se vuelve a juntar (catalizadores típicos)
Resultados consistentes: ventas y caja mejorando varios trimestres.
Buena asignación de capital: invertir bien, recomprar cuando toca, reducir deuda.
Eventos: venta de un activo, OPA, cambio regulatorio favorable.
Más ojos mirando: más analistas/inversores descubren el valor.
Filosofía QV en una frase
Comprar buen valor con margen de seguridad (MOS).
Piensa en el MOS como el “colchón” entre lo que pagas y lo que crees que realmente vale. Si te equivocas un poco, ese colchón te protege.
Cómo aplicarlo, paso a paso:
Entiende el negocio (qué vende, a quién y por qué le compran).
Mira la caja (que lo que dice ganar, llegue a la cuenta).
Pon un valor prudente (sin sueños, con márgenes realistas).
Exige descuento al comprar (tu MOS).
Espera a que el tiempo trabaje (no cambies por sustos puntuales).
Mini-ejemplo simple
Estimas que una empresa vale 100 por acción de forma prudente.
Decides comprar solo si puedes tener un colchón del 30%.
Tu precio objetivo de compra sería ≤ 70.
Si el negocio ejecuta, el precio tenderá a acercarse al valor con el tiempo.
Checklist rápido antes de comprar
¿Entiendo cómo gana dinero y por qué seguiría haciéndolo?
¿Lo que gana se ve en caja?
¿Tengo colchón suficiente si me equivoco?
¿Qué tendría que pasar para que el precio y el valor se junten?
Resumen: el valor es la historia de fondo; el precio es el subtítulo del momento. En QV preferimos pagar menos de lo que vale, con colchón, y dejar que el tiempo haga su trabajo
6) Por qué un índice sube aunque algunas acciones caigan
Un índice es una “cesta”
Piensa en el índice como una cesta de muchas empresas. No todas pesan igual: las más grandes pesan más. Si esas grandes lo hacen muy bien, pueden empujar toda la cesta hacia arriba aunque varias pequeñas estén flojas.
Concentración: pocos mueven mucho
En muchos índices, un puñado de compañías grandes puede explicar gran parte de la subida. Si esas pocas suben fuerte, el índice sube aunque haya muchas que bajen o se queden planas.
El índice se “auto-actualiza”
Cada cierto tiempo se revisa: salen empresas que lo hacen mal y entran otras más fuertes. Eso hace que, con los años, el índice tienda a quedarse con “lo mejor de cada momento”.
La economía y los dividendos ayudan
Si la economía crece, las empresas (en conjunto) venden más y ganan más. Además, muchos índices se calculan reinvirtiendo dividendos, lo que suma rentabilidad con el tiempo.
Ideas clave para el inversor
No todas suben a la vez: que el índice suba no significa que tu acción suba.
Mira qué pesa de verdad: revisa qué empresas y sectores tienen más peso; ahí está el motor.
Ojo a la concentración: si unas pocas mandan, el índice depende mucho de ellas (más riesgo si fallan).
Índice ≠ economía personal: aunque el índice suba, tu cartera puede ir distinta según lo que tengas dentro.
Mini-ejemplo simple
Tienes un índice con 100 empresas.
Las 5 más grandes pesan, juntas, el 40% del índice.
Esas 5 suben un +20%, pero 50 empresas pequeñas caen un –5%.
Resultado: las grandes empujan tanto que el índice global sube, pese a que muchas hayan caído.
Cómo usarlo
Si inviertes en índices, entiende qué llevas dentro (pesos y sectores).
Si inviertes en acciones sueltas, no tomes al índice como espejo de tu cartera.
Si te preocupa la concentración, considera versiones “equilibradas” (igual peso) o diversificar por sectores/países.
En resumen: el índice es una media ponderada. Si las grandes tiran fuerte, la media sube aunque varias pequeñas estén pasando un mal rato.
7) ¿Y por qué cae “todo a la vez” a veces?
En los grandes sustos —crisis financieras, guerras, caídas de liquidez o simples pánicos colectivos— el mercado reacciona en bloque.
De repente, todo baja a la vez, incluso empresas que no han hecho nada mal. No es que su negocio haya cambiado de la noche a la mañana; es que muchos inversores venden por miedo, no por análisis.
Por qué pasa esto
Búsqueda de liquidez: los grandes fondos o bancos necesitan efectivo rápido y venden lo que pueden, incluso activos sólidos.
Efecto dominó: cuando caen los precios, saltan ventas automáticas o reembolsos de fondos que agravan el movimiento.
Psicología colectiva: el miedo se contagia. Si todos venden, pocos se atreven a ir contra corriente.
Cambio de apetito por riesgo: en tiempos de incertidumbre, el dinero busca refugio (bonos, dólar, oro) y huye de la renta variable.
Lo que realmente ocurre
Durante esas fases, el valor de los negocios cambia poco, pero sus precios se desploman.
Una compañía que ayer valía 100 puede cotizar mañana a 70 sin que su beneficio, caja o perspectivas se hayan alterado.
Oportunidad para el inversor paciente
Los grandes inversores no buscan evitar todas las caídas; buscan aprovecharlas.
En esos momentos, si conservas la calma, puedes encontrar empresas de calidad a precios que no se repiten a menudo.
El truco no es ser valiente, sino disciplinado: entender lo que posees y distinguir entre miedo y deterioro real.
Qué hacer:
Revisa tus posiciones: ¿ha cambiado el negocio o solo el ánimo?
No vendas por reflejo.
Si tienes liquidez, aprovecha por tramos.
Mantén el foco en el largo plazo.
La marea baja y Buffett
Warren Buffett lo resumió con una frase perfecta:
“Solo cuando baja la marea se descubre quién ha estado nadando desnudo.”
Cuando todo cae, se ve quién tenía negocios sólidos y quién dependía del entusiasmo del mercado.
Las empresas con buena caja, poca deuda y un negocio real aguantan la bajada y suelen salir reforzadas.
Las que vivían del crédito o de expectativas infladas quedan al descubierto.
En resumen: Las caídas generalizadas no son el fin del mundo, sino un examen.
Separan lo que era espuma de lo que tiene sustancia. Y para el inversor con método, la marea baja es el momento de mirar con calma… y preparar la caña
8) Qué hacer un día que todo cae (o sube)
Mira el negocio: ¿vende bien?, ¿mantiene márgenes?, ¿entra dinero en caja?, ¿cuánta deuda tiene y cuándo vence?
Relee tu plan: tamaño máximo por acción, compras por tramos, y reglas de venta por cambio de tesis (no por impulso).
Pregunta clave: ¿ha cambiado el negocio o solo el ánimo del mercado?
Si TODO CAE (pánico)
No vendas por miedo. Comprueba si hay una mala noticia real para esa empresa.
Si la tesis sigue bien, compra con calma y por partes.
Prefiere empresas fuertes: con efectivo, poca deuda y pagos lejanos.
Si TODO SUBE (euforia)
No persigas subidas. Mantén tus precios de compra planeados.
Si una posición ya cumplió tu objetivo, recorta un poco y asegura.
No amplíes algo caro solo por FOMO.
Ruido vs. problema de verdad
Ruido (volatilidad): titulares, pánico general, ventas forzadas. No cambia el negocio.
Problema real (riesgo permanente): pierde clientes, se hunden márgenes, no entra caja, deuda alta y pagos cerca. Sí cambia el negocio.
Regla simple: si afecta a ventas, márgenes, caja o deuda, tómalo en serio. Si no, probablemente es ruido.
Checklist rápido (cópialo tal cual)
Negocio
Ventas: ☐ bien ☐ dudosas ☐ mal
Márgenes: ☐ estables ☐ suben ☐ bajan
Caja: ☐ entra dinero ☐ neutro ☐ quema dinero
Deuda: ☐ baja ☐ media ☐ alta
Vencimientos 12–18 meses: ☐ sin riesgo ☐ manejables ☐ problema
Acción
¿Hay noticia que cambie el negocio? ☐ sí ☐ no
¿La tesis cambió? ☐ sí (actúa) ☐ no (mantén/añade por tramos)
¿Hay descuento suficiente para comprar con margen? ☐ sí ☐ no
Tamaño de posición: ☐ ok ☐ ajustar
Ejecución
Tipo de orden: ☐ limitada
Momento: ☐ evitar apertura/cierre
¿Dividir en varias órdenes? ☐ sí
Nota rápida tras la operación (2 líneas)
Qué pasó (hechos):
Qué hago y por qué (tesis):
Idea a reforzar: en días extremos, vuelve al negocio y a tu plan. Compra/vende por tesis, no por nervios.
9) Mitos frecuentes, despejados
Mito 1: “La bolsa sube porque sí.”
Realidad: a corto plazo la bolsa “baila” por noticias y emociones; a largo sube si las empresas ganan más dinero y generan caja.
Cómo actuar: mira la tendencia de beneficios y caja a 3–5 años, no el susto de la semana.
Mito 2: “Si baja, es mala empresa.”
Realidad: una caída puede ser solo precio, no valor (pánico, rebalanceos, poca liquidez).
Cómo actuar: separa ruido de problema real. Revisa ventas, márgenes, caja y deuda antes de decidir.
Mito 3: “Diversificar siempre es mejor.”
Realidad: diversificar reduce golpes, pero demasiadas posiciones diluyen tus mejores ideas y complican el seguimiento.
Cómo actuar: busca diversificación suficiente (negocios/sectores/países) sin convertir tu cartera en una colección. Mejor 10–20 ideas bien entendidas que 50 que no puedes vigilar.
Mito 4: “Índice = bolsa = plaza.”
Realidad:
Índice: una cesta de acciones con reglas y pesos (p. ej., Ibex 35).
Bolsa: el mercado donde se negocian (BME, NYSE…).
Plaza: el ecosistema local: horarios, divisa, normas y participantes.
Cómo actuar: entiende qué pesa en el índice que sigues, dónde cotiza y con qué reglas se negocia.
Mini-checklist para pensar mejor
¿Estoy mirando beneficios y caja o solo el gráfico?
¿La caída viene de ruido o de un cambio real en el negocio?
¿Mi cartera está concentrada pero controlada o dispersa sin foco?
¿Sé qué lleva el índice, en qué bolsa cotiza y cómo es su plaza?
Idea a reforzar: menos mitos, más método: negocio, caja, precio con margen y paciencia.
10) Cómo encaja esto con el curso
· Bloque 1 te da la filosofía para no marearte con el corto plazo.
· Bloque 2 te enseña dónde invertir (activos/vehículos) con cabeza.
· Bloque 3 te enseña a leer el negocio detrás del precio.
· Bloque 4 te ayuda a detectar calidad real.
· Bloque 5 te guía para leer mis tesis (riesgos, palancas, valoración con MOS).
· Bloque 6 te da la gestión de cartera para sostener todo esto con reglas.








